La entrada en vigor de FATCA, se prevé para el día 1 de enero de 2013, es una nueva normativa cuya aprobación se produjo, a través del Hiring Incentives to Restore Employment Act (“HIRE Act”), en marzo de 2010 y tiene como finalidad facilitar la fiscalización de los ciudadanos y residentes estadounidenses que poseen ingresos fuera del país, obteniendo como resultado una estrategia para evitar la evasión tributaria.

FATCA requiere que las entidades financieras extranjeras suscriban un contrato o acuerdo mediante el cual se obligan con el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos de América, a proveer información sobre ciudadanos o residentes estadounidenses que posean inversiones financieras en el extranjero. De lo contrario, penalizará a las entidades financieras extranjeras que no cumplan con este requisito, con una retención del 30% sobre los pagos realizados a éstas.

FATCA considera como entidades financieras extranjeras, no sólo las de crédito, sino también cualquier entidad que opere en el negocio relacionado con la tenencia de activos financieros por cuenta de terceros, así como cualquier entidad que opere en el negocio de inversión, reinversión o comercialización de valores, intereses en partnerships, commodities, o cualquier otro interés en valores (incluyendo futuros, forwards u opciones).

Por lo tanto, se verán también influenciadas por esta norma las entidades aseguradoras, los fondos de inversión, los fondos de pensiones, los fondos de capital de riesgo, los hedge funds, las sociedades y agencias de valores, empresas fiduciarias y, en general, toda entidad que participe en cualquier eslabón de la cadena de flujos financieros.